Roberto Rojas, María Arteaga y Sandy Brito opinan
Toros coleados: ¿Deporte criollo o actividad económica?
Por Alexander Barazarte
Encuesta realizada a dos expertos en la materia, ideas y opiniones que se contraponen entre sí, quienes luchan por lograr los objetivos trazados a sus intereses. Y a un líder comunitario, como agente imparcial ante ésta situación de divergencia, donde unos se muestran a favor de la protección animal y otros que se retratan como defensores del folklore nacional.
Los toros coleados, es una práctica ecuestre que consiste en derribar a un toro por la cola. Tiene su origen relacionado con la introducción de la ganadería en Venezuela, en la segunda mitad del siglo XVI. Cuando en las faenas agropecuarias aplicaban este método para atrapar a los toros que se escapaban de la manada.
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Los toros coleados, es una práctica ecuestre que consiste en derribar a un toro por la cola. Tiene su origen relacionado con la introducción de la ganadería en Venezuela, en la segunda mitad del siglo XVI. Cuando en las faenas agropecuarias aplicaban este método para atrapar a los toros que se escapaban de la manada.
A partir de 1780 se establece como práctica del hombre llanero, y 1981 el Congreso Nacional lo declaró “Deporte Criollo y Tradicional”. Actualmente, La Federación Venezolana de Coleo es la organización que agrupa a todas las asociaciones regionales; inscrita en el Instituto Nacional de Deportes y desde 1969 participa en los Juegos Deportivos Nacionales.
Coleadores y aficionados llevan a cabo desde hace años una campaña para que esta práctica sea reconocida como deporte nacional por su carácter autóctono y por el desarrollo del mismo, que se remonta a los primeros pueblos de la Colonia.
Al mismo tiempo, se han generado opiniones encontradas que radican desde el principio de ésta práctica, debido al maltrato animal que esto conlleva. Por lo que se han constituido organizaciones y fundaciones, que desempeñan una lucha tanto para la abolición de los toros coleados, así como las corridas de toros.
Roberto Rojas, coleador del estado Miranda, considera al coleo como una práctica deportiva, en el que se demuestra la capacidad, agilidad y destreza física de los deportistas mediante la ejecución. “Es un deporte criollo y tradicional que forma parte del folklore de Venezuela”.
Por su parte, María Arteaga Palacios, Lic. en Educación y presidenta de la Fundación Amigos Protectores de Animales (Famproa), indica que primero habría que definir si el coleo es una práctica deportiva, por lo que señala: “Deporte es una actividad en la que se involucran elementos de la salud física y mental de quien lo practica y quien lo ve, podemos llamar deporte el beisbol o el básquet donde existe una competencia justa entre personas que eligieron estar allí, pero el coleo es un actividad cruel en la que un ser superior ataca a otro ser que no entiende nada de lo que le hacen y que sólo intenta escapar”. De esta manera deduce: “cuando dicen que el coleo es un deporte popular nos deberíamos preguntar ¿cuántos jóvenes de los barrios pueden comprarse un caballo para practicarlo?”. Por lo que afirma que los toros coleados, al igual que todos los espectáculos crueles con animales como corridas de toros, circos, peleas de gallos y de perros esconden un “negocio redondo” detrás de supuestas tradiciones o manifestaciones artística.
En cuanto a la definición de las mangas de coleo, Rojas, expresa que éstos son espacios públicos, donde se realizan competencias de carácter regional, nacional e internacional, de las cuales se obtienen beneficios económicos que son utilizados para el desarrollo del deporte y para colaborar en la solución de algunos problemas de las comunidades.
Por el contrario, Arteaga difiere en este sentido y expone lo siguiente: “Estos son espacios utilizados para tomar licor, buscar camorra, maltratar a un ser vivo que siente y padece desde los jalones que le hacen por la cola hasta la electricidad que le introducen en su cuerpo para que se levante después de haber sido revolcado por el piso”.
En otra perspectiva, el Lic. En Comunicación Social y líder comunitario de los Valles del Tuy Sandy Brito, infiere: “Las mangas de coleo desde principio se convirtieron en una muestra del populismo y la demagogia de los gobernantes de antaño. Pues preferían ganar el aplauso de las graderías fomentando actividades cortoplacistas que ningún aporte cultural ni económico brindaban a la zona. Debido a que era más fácil ofrecer una manga de coleo, que un polideportivo”. Por consiguiente, señala: “No hay estadística confiable que indique el aporte del coleo para el desarrollo económico de los municipios. Si así fuese los Valles del Tuy sería la subregión menos pobre de Miranda”.
En este sentido, con respecto de mantener o eliminarse ésta actividad, Rojas expresó que el coleo ha ido creciendo y evolucionando con el correr de los años, por lo que debe de mantenerse ya que son muchos sus seguidores, además hoy en día el reglamento se ha modificado en pro de la protección animal. En los toros coleados se usa el ganado antes de ser llevado al matadero; donde lo matan para luego seleccionar las partes que serán vendidas para nuestro consumo y otras partes como el cuero que es utilizada para la elaboración de sillas, muebles, entre otros objetos de utilidad. De esta manera, asegura: “no es un delito, a mi parecer delito serian las corridas de toros, donde el torero hiere al animal hasta que éste después de desangrarse pierde su fuerza y luego lo asesina en público”.
De este modo, Arteaga opina que cualquier actividad donde involucre el maltrato a otro ser vivo, debe considerarse como un delito. “Por supuesto debería eliminarse”.
Mientras tanto, Brito explica: “el hecho de existir una legislación que considera el maltrato animal como delito, ya es suficiente muestra de que se viola la ley. No obstante, existen los atenuantes que señalan al coleo como práctica deportiva y se aplican las excepciones del caso”. En consecuencia, propone llegar a un punto intermedio, para que el dinero que genere esta actividad se oriente a labores sociales y humanitarias, de tal manera que no sea atacado como una práctica cruel e inhumana.
Al respecto, Rojas indica que durante el 2009, se estaba discutiendo en la Asamblea Nacional un proyecto de Ley para la eliminación y/o restricción de los toros coleados. En efecto, no se eliminó pero sí se dieron varias reformas en las normas que rige esta actividad.
Por lo que Arteaga señala: “Los gobiernos temen pronunciarse en contra de los espectáculos crueles con animales debido a que en ellos se maneja una gran cantidad de intereses económicos, además de que muchos representantes del mismo se han declarado fanáticos de los mismos. Una prueba de esto es la modificación que se le hizo al Proyecto de Ley de Protección Animal, la cual fue introducida por organizaciones protectoras y a la que le dieron tal vuelco que quedó plasmada como una Ley de Control Animal”.
Asimismo, Brito expone que “el Estado tiene una actuación pasiva, de dejar hacer, y por lo tanto de no aplicar sanciones. Pues se corre el riesgo de afectar muchos intereses que por supuesto estarían vinculados con el clientelismo electoral”.
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NO ESTOY DE ACUERDO CON EL ABUSO HACIA LOS ANIMALES. LAS COLEADERAS NO SE PUEDE LLAMAR DEPORTE. ES UNA VERGUENZA
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