Vinotinto, una pasión que invade corazones
Por: Alexander Barazarte
Vino tinto, es el producto de una mezcla entre el amarillo, azul y rojo, colores de la Bandera Nacional y es el color que viste a la Selección de Fútbol de Venezuela, la cual tuvo su debut el 12 de octubre de 1938. Desde entonces, se ha dedicado al fortalecimiento como equipo, perfeccionando su técnica de juego y atrayendo la atención de los espectadores. Sin embargo, la tarea no ha sido fácil, ha tenido que enfrentar la falta de apoyo tanto monetario, como moral, convenciendo a la sociedad en la medida del tiempo, que en Venezuela sí existen posibilidades de triunfo en los campos de fútbol.
Venezuela es un país caracterizado tradicionalmente por ser una tierra apasionada por el béisbol, dejando a un lado las aficiones por el balompié y sumiendo en el olvido a los grandes eminente de este deporte. De este modo, fue el último en formarse y afiliarse a la confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y durante mucho tiempo obtuvo los últimos lugares en los torneos continentales.
Tras momentos difíciles y a pesar de las bajas, la Vinotinto ha venido ganando espacio progresivamente, dando paso a un crecimiento por la pasión futbolística. Desarrollo que se ha puesto en vigor a partir de 2001 hasta la actualidad. Éxito atribuido a Richard Páez, por la labor realizada como técnico del equipo y que ahora es continuada por César Farías.
Es así, como el legado del balompié venezolano ha mostrado en cada juego una actuación incandescente, consiguiendo obtener buenos resultados y rompiendo todo pronóstico negativo, demostrando que ya no es “La Cenicienta del Continente”, como la catalogaban.
Como las burbujas del vino, su triunfo va creciendo, haciéndose cada vez más notoria su participación y su furia en el campo. De esta forma, quedó en la quinta posición en la Copa América 2007, realizada en varias ciudades de Venezuela; alcanzó clasificar en la Copa Mundial de Fútbol Sub 20 de 2009, en su primera participación en torneo mundial de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), y en la Eliminatoria 2010 para el Mundial de Sudáfrica, aunque no clasificó realizó un buen trabajo, logrando un empate contra el pentacampeón mundial, Brasil.
No obstante, la fanaticada Vinotinto se mostraba apática frente a la selección, mientras el resto de los venezolanos eran totalmente incrédulos a lo que había logrado el equipo, con esfuerzo y dedicación.
Entre tanto, durante la Copa América 2011, celebrada en Argentina, la maquinaria Vinotinto, hizo su mejor participación, pasando invicto a la semifinal. En el Grupo B, tuvo que enfrentarse contra Brasil, Ecuador y Paraguay. Empatando con la selección brasileña 0:0, luego derrotó a Ecuador 1:0 y finalmente empató con Paraguay 3:3. De esta forma, Venezuela clasificó en los cuartos de final, donde venció 2:1 a Chile, pasando así a la semifinal por primera en su historia.
En cada partido de esta jornada continental, la pasión del efecto Vinotinto se hacía más contundente, la gente en la calle comentaba del éxito futbolístico, la prensa nacional e internacional reseñaban los inesperados resultados, en las redes sociales los internautas publicaban su patriotismo y orgullo por el equipo, sin duda una emoción que se contagiaba como nunca antes se había visto, las plazas, centros comerciales y restaurantes eran centros de congragación donde los fanáticos respaldaban al arsenal nacional.
Como si fuese una final Leones del Caracas – Navegantes del Magallanes, el país se paralizó, los venezolanos esperaban con ansias un triunfo tricolor y poder llegar a la final contra Uruguay, pero en esta etapa a pesar de la sagaz jugada contra Paraguay, la Vinotinto fue víctimas de la anulación de un gol y de la viveza de los paraguaya, quemando tiempo para terminar la prórroga 0:0, por lo que cayó derrotada en penales 5:3, teniendo que disputar el tercer y cuarto puesto con Perú.
En su última salida del campeonato americano los venezolanos perdieron, esta vez 4:1 contra el equipo peruano, dando por finalizada su histórica campaña, donde no sólo lograron ocupar el cuarto lugar, sino que adhirieron a más seguidores y llenaron de esperanza a un pueblo, quien tiene el sueños de llegar a un mundial, y el Mundial Brasil 2014 es el oportuno.
En este sentido, José Visconti, Periodista Deportivo, aseguró que el elemento que ha impulsado el aumento de la fanaticada del fútbol venezolano, es la Vinotinto misma, porque si no hubiese un equipo exitoso, seria no sólo difícil, sino imposible arrastrar gente a los estadios. “La gente quiere a los exitosos, nadie aplaude el fracaso. El único fracaso que se ha aplaudido en la historia es el de Jesucristo en la Cruz, sin embargo, eso fue triunfante al final, porque sus seguidores han convencido a un gentío, entre ellos a mí de que él resucitó”. Visconti calificó a la Vinotinto como un ejemplo de éxito, “la gente quiere ejemplos y la selección venezolana representa una gestión exitosa”.
Asimismo, Enzo Villano, Periodista especializado en el ámbito deportivo y narrador de Meridiano Televisión, aseveró que “hoy en día la selección nacional posee un talento que está haciendo historia. La preparación, el apoyo y todos los recursos con los que cuentan han hecho que sea una equipo bastante serio y fortalecido”.
“Estamos viviendo una luna de miel impresionante con nuestra selección”, dijo Erasmo Provenza, Jefe de Prensa del Real Esppor Club y narrador de fútbol de la Cadena Nacional del Gol, quien afirmó que lo que estamos viviendo y lo que estamos viendo deja más que comprobado el trabajo que está haciendo Farías, “creo que es palpable, los resultados ya lo avala y lo corrobora como uno de los mejores procesos que ha tenido Venezuela en toda su historia, tuvo la oportunidad de clasificar en el sub 20 y de empatarle a Brasil en eliminatoria, es decir hay una serie de factores que hacen que César Farías hoy día tenga las razones suficientes para ganarse el respeto y la Vinotinto aumentar la fanaticada”.
Respaldar el trabajo y el esfuerzo de un equipo es la gasolina necesaria que permite motivar la acción de los jugadores en la cancha y acelerar el motor para arrasar con furor al contrincante, factores influyentes para conseguir el triunfo y conquistar espacios.
Visconti aseguró que no hay peor castigo que jugar estadios vacios, “eso es terribles, es un escenario dramático, museo de la desesperanza”. Por la cual manifestó, “indiscutiblemente el apoyo que ha tenido la selección ha significado una gran inyección de ánimo. La pasión es alimento del deporte y la gente que puebla los estadios son quienes dan estimulo a los deportistas”.
Por su parte, Provenza acotó que “mientras la gente crea en el fútbol, hace que este crezca dentro y fuera de las cancha, y el crecimiento que Venezuela necesita hoy en día es afuera, porque el crecimiento interno ya está. La Vinotinto es una selección con personalidad, que no le teme al rival que tiene al frente y es capaz de mantener la calma como lo hizo cuando jugó contra Chile”.
“Pocos hablaban de la Vinotinto, unos bien y otros mal, pero eso significaba que estábamos haciendo algo. De que hablen mal, eso poco a poco irá cambiando para que hablen bien y en eso va orientado Farías, ahora Venezuela no piensa en ¿qué hacemos?, sino en ¡vamos a salir a ganar!, ya la fanaticada no piensa vamos a ver en cuánto perdemos, sino más bien están seguro de que las cosas cambiaron”, así lo relató Villano.
Para Andrés Soto, aficionado por el fútbol comentó que “el buen rendimiento de la selección y la publicidad que se le ha dado son elemento que ha hecho que la oncena venezolana aumente el nivel de aprecio y esperanza”. Soto también señaló que es necesario incentivar la participación en el fútbol y apoyar a los equipos criollos.
Más allá de sólo una excitación temporal, el fervor Vinotinto se debe contener en los altibajos que nos pone el destino, el deporte no debe ser moda, sino una afición.
Provenza indicó que esta Copa América hizo que las personas que no creían en la selección creyeran, que se dieran cuenta de lo que está pasando con el equipo, pero esto no sólo beneficia a Farías y compañía, ni a la fanaticada, sino a todos los venezolanos. “Beneficia el fútbol de diversas forma, porque el patrocinante, el cliente o la empresa que antes no creía ahora empieza a creer y va empezar a invertir dinero, recurso que es importante para la selección, debido que en el pasado la insuficiencia económica perjudicó a los jugadores y al desarrollo de la disciplina del balompié”.
De esta manera, se ha hecho cuesta arriba la evolución de la Vinotinto, sin embargo ha dado respuestas trascendentales en espacio de tiempo exigente. “La evolución de un equipo depende del nivel de exigencia de la misma. Por ejemplo, con Brasil se jugó como debió de jugarse, pero luego vino un esquema muy distinto con el fútbol de Ecuador, un fútbol de contragolpe altamente peligroso”, explicó Visconti.
Entonces, -¿el cambio del técnico influyó en las mejoras de la Vinotinto? – pregunto.
No fue un cambio, fue una transición, así respondió Visconti, quien explicó que “el ciclo de Richard Páez había llegado a su final y comenzaba el de César Farías, pero ambos trabajaban básicamente sobre lo mismo, es decir no fue que Páez le puso el triunfo sobre la alfombra a Farías, sencillamente generó una cantidad de fundamentos, fondo físico, disciplina táctica y sobre todo el descubrimiento de los valores y la comunión de un espíritu santo que llena tanto, que ha permitido ver los estadios llenos”.
“Sin duda, esta ha sido la mejor actuación de Venezuela dentro de la historia de la Copa América. El trabajo táctico elaborado por César Farías fue de suma importancia, pero también la preparación física que tuvieron los jugadores en el Centro de Alto Rendimiento de Dallas en Estado Unidos contribuyó con estos resultados”, señaló Soto.
“La selección ha alcanzado un madurez suficientemente apta para salir de momentos adversos, y esto da cuenta del crecimiento interno que tiene gracias a quienes han estado al frente del arsenal. Sin embargo, ahora entre los retos que se debe plantear el conjunto patriota son las cosas que les rodea, la fanaticada y resolver la carencia chanchas de entrenamiento, porque existen estadios lujosos, pero esos no sirven para practicar”, afirmó Provenza.
Por otro lado, Humberto Turinese manifestó que el equipo se muestra totalmente equilibrado, “lo que estamos viendo ahora una muestra de que sí es posible cambiar el fútbol en Venezuela”.
De este modo, en cuanto a la participación de Venezuela en el Mundial a celebrarse en Brasil en el año 2014, Visconti visualiza un escenario en el que evalúa en 50% la probabilidades de asistencia, “una probabilidad enorme, que ya empezó a transitar, lo que pudiéramos llamar una eliminatoria psicológica, es decir, una demostración de que las distancias son muy cortas y en las distancias cortas, es donde se trabaja mejor, en la que se evoluciona más rápido”.
El combinado venezolana tiene planteado seguir haciendo historia, como dijo Farías, “ya era hora que nos tocara a nosotros”, quien complacido y satisfecho, pero no conforme por lo realizado en tierras argentina, expresó a los medios de comunicación su agradecimiento por el apoyo recibido y se refirió a que los objetivos se centra en la clasificación para el Mundial, “por lo que hay que seguir trabajando”.
En esta competencia se pudo haber hecho más, admitió el técnico, pero como reflexionó Visconti, “los exitista son los que aman el éxito, y éxitos fáciles no hay, entonces sí alguien consigue un éxito fácilmente, significa que no valió la pena competir, porque la talla del vencido justifica la talla del vencedor”, y el elenco criollo dio la mejor talla en todo momento. “se hicieron lucir con sus táctica”.
“Dimos todo en la cancha, lo demostramos. Vamos a hacer todo lo posible por estar en Brasil”, dijo a Globovisión Juan Arango, capitán de la selección.
“La Vinotinto es un equipo fortalecido, por lo que tenemos que poner claro de que en Venezuela si hay fútbol, si hay posibilidad, de que tenemos talento y un crecimiento abierto en popa que nos hará llegar a Brasil”, afirmó Provenza.
En este sentido, lo presenciado en estos días es un efecto de la Vinotinto, la cual ha sido elogiado por los medios de comunicación y como resultado ha rebasado las expectativas. Ejemplo de esto, fue el recibimiento que se le dio al conjunto criollo este domingo, donde miles de seguidores y apasionados colmaron las calles de la capital, mostrando su respaldo por el trabajo hecho en Argentina.
“Rumbo a Brasil 2014”, “Si se puede” y “Somos Vinotinto”, fueron algunas de las consignas que se escucharon entre las cornetas, los pitos y la música que sonaron a lo largo del recorrido de la caravana, que empezó desde la avenida Sucre, atravesando el centro de Caracas y Plaza Venezuela para finalizar en la plaza Alfredo Sadel de Las Mercedes.
La ciudad se llenó de color vino tinto y del tricolor nacional, fue la marcha más contundente y emotiva que se ha dado, en la que se unieron todos los venezolanos en un mismo sentir, en una misma pasión.
De esta manera, Venezuela hizo historia ante el Continente, se mostró una Vinotinto heroica, vencedora y valiente, que despertó sentimiento, entusiasmos y euforia en cada segundo que transcurría en cada uno de los encuentros que se disputaron. Momentos de infarto que movió corazones.
Mujeres y hombres, niños y adultos, de oriente a occidente, toda la geografía venezolana se contagió de esta alegría que puso a vibrar a todo el mundo.
– ¡Viva Venezuela!, Viva la Vinotinto – exclamó el pueblo de Bolívar.
De esta forma, la marejada de fanáticos que gritaron ¡Gooool! y quienes salieron a las calles para recibir a la selección, dieron un mensaje muy claro. Es decir, que la escuadra futbolística se comprometa a dar más, para lograr alcanzar el triunfo y el éxito que se merece.
Finalmente, dentro del elogio fantástico y mediático, estos jugadores fueron reconocidos como “héroes” por no dejarse intimidar y haber impuesto respeto, colocando en alto el nombre de la tierra que lo vio nacer, Venezuela.